En esencia es una impresión sobre papel de arroz de la figura de un pescado realizada con tinta china, bien negra o de colores, a la que se le retocan los ojos y algunas partes para darle más realismo. Así de sencillo, más cundo veamos la técnica y sus posibilidades.
Hay dos maneras de hacer la “impresión” Gyotaku del pez sobre el papel. La más sencilla es dar una capa de tinta china sobre todo la parte superior del pez, que está depositado sobre una mesa.
Con la tinta fresca ponemos encima del pez un papel de arroz y vamos presionando por toda su silueta hasta dejar sobre el papel las formas de las escamas, sus texturas, sus formas que se van copiando como si fuera el animal un simple tampón de impresión.
Si no levantamos del todo el papel esto nos permite añadir en algunas zonas otro color de tinta china y volver a realizar una segunda impresión a dos colores sobre el mismo papel, sumando tonos y formas según nuestra habilidad.
La segunda forma de crear un Gyotaku es el reverso de esta técnica, pero igual de sencilla, con algunos resultados distintos. Entre ellos que la silueta sale al derecho y no al revés, aunque esto nos da igual en la silueta de animales como los peces.
La segunda forma de crear un Gyotaku es el reverso de esta técnica, pero igual de sencilla, con algunos resultados distintos. Entre ellos que la silueta sale al derecho y no al revés, aunque esto nos da igual en la silueta de animales como los peces.
Aquí pondremos el papel de arroz por encima del pez sin añadirle a este tinta. Una vez cubierto el animal con el papel pasaremos por encima unas muñequillas de trapo muy fino y limpio, tipo lino, y se va frotando por encima del paz, por toda su silueta, dejando la tinta que lleva la muñequilla de trapo sobre el papel según las texturas del animal.
También con esta fórmula se pueden practicar varias pasadas con distintos colores de tinta en diferentes zonas del objeto a copiar.
Para simplificar un poco el aprendizaje decir que hay vídeos con esta técnica, que es imprescindible tener un corcho blanco algo hueco con la forma del pescado para que este no se mueve a la hora de hacer la impresión, que las aletas hay que desplegarlas y sujetarlas con unas chinchetas a la base, y que es mejor quitar el ojo al pez para luego pintárselo, para lo que es muy interesante tener una fotografía del mismo antes de empezar la impresión, y así poder copiar después aquellas zonas que no hayan quedado terminadas o a nuestro gusto.
Para simplificar un poco el aprendizaje decir que hay vídeos con esta técnica, que es imprescindible tener un corcho blanco algo hueco con la forma del pescado para que este no se mueve a la hora de hacer la impresión, que las aletas hay que desplegarlas y sujetarlas con unas chinchetas a la base, y que es mejor quitar el ojo al pez para luego pintárselo, para lo que es muy interesante tener una fotografía del mismo antes de empezar la impresión, y así poder copiar después aquellas zonas que no hayan quedado terminadas o a nuestro gusto.
Y efectivamente, tener el pez puesto sobre la base lo más limpio posible de sangre, tripas y babosidades, para que el papel sobre el que vamos a realizar la impresión no nos huela a pescado podrido a los pocos días.
Recordar que con un mismo pez puedes hacer múltiples impresiones y que cada una te quedará diferente, lo que suele producir esos bancos de peces tan bellos y en donde todos parecen originales únicos aunque vengan del mismo animal.
Recordar que con un mismo pez puedes hacer múltiples impresiones y que cada una te quedará diferente, lo que suele producir esos bancos de peces tan bellos y en donde todos parecen originales únicos aunque vengan del mismo animal.
¿Has pensado que también se puede hacer con gambas, cigalas, pulpos, sepias, almejas, etc.?