La ilusión se vende disfrazada de diversos colores. A veces
se regala y otras se entrega por pocas monedas, con tal de poder sobrevivir a
los duros momentos. La ilusión puede ser una mirada, un instante de creer que
es posible otro mundo, el pensar que podremos salir de esta con ayuda del
trabajo o de la suerte. Siempre el color se apodera de las ilusiones, pues sin
él no es posible creer en lo imposible.