El fotógrafo
Maciek Jasik nos muestra la figura humana como
si de muñecos de goma se trataran, es decir, nos muestra la realidad del ser
humano, amoldable e incapaz de ser algo duro y fuerte ante las situaciones
externas. Dentro de un mar de colores todavía el humano es más débil pues se
asemeja a los animales que flotan en el mar húmedo de las dudas.