A veces el amor se confunde con el comunismo mal explicado: "Lo mío es tuyo" si solo utilizamos un lema, una frase mal entendida.
Curiosamente somos tan individualistas que cuando nos entregamos resultamos extraños para los que nos miran.
Así que deberíamos hacer ciertas cosas un poco escondidos, sin mostrar todos nuestros sentimientos, sin vanagloriarnos de lo positivo.
¿Quién somos nosotros para regalar lo nuestro a alguien? ¿Y si no lo quiere?
Su libertad sin lo nuestro, también es muy importante para ellos.