En el Museo de Bellas Artes de Budapest está este cuadro de
un taller de pintor anónimo de Amberes aunque posiblemente español al que se le
conoce con el seudónimo de “Maestro de la Santa Sangre”. Muestra a Lucrecia,
una dama de la nobleza romana, suicidándose.
Resulta curioso ver a Lucrecia enseñando los pechos mientras
se está suicidando pero tras ser violada por su primo Sexto Tarquinio hijo del
último Rey romano, conocido como “El Soberbio” y que logró por sus desgobiernos
que se acabara la monarquía en la Roma del siglo VI a.C. y se instaurara la
República. Era costumbre de aquellos siglos que si una mujer era violentada
sexualmente, encima, se tuviera que suicidar para no sobrevivir a la deshonra.
Otras historias cuentan que Lucio Junio Bruto que era
miembro de la familia de Lucrecia y sobrino del Rey se juró ante el cadáver de
la mujer que derribaría el régimen monárquico abusador de su tío Tarquinio El
Soberbio, harto ya de sus desmanes, para instaurar la República. Lo que parece
cierto es que Lucio Junio Bruto ya había levantado a la sociedad romana contra
el Rey antes de que se violara a su familiar Lucrecia. Aquella República duró
cinco siglos.