Me encontré este cuadro en una plaza de Madrid, un domingo
algo triste pero lleno de contenido. Su mirada, la de la niña del cuadro, me
cautivó. No sé quien es el artista, el autor, pero me pareció una buena obra, un
encuadre atrevido, una forma de presentarnos tal ve el dolor, la miseria,
seguro que la tristeza, de una forma fría, llena de azules y de ternura. No nos
mira. Solo mira, espera, se acurruca descalza. Espera.