Esta muy conocida obra de arte se pintó para Pompeya aunque
ahora esté en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles. Representa a Terencio
Neo y su mujer, sujetando un rollo de papiro y unas tablillas enceradas con las
que se enseñaba a leer y escribir hace 2.000 años. Las dos personas retratadas
nos miran directamente, con tranquilidad y humildad, pero no están retratadas
para pasar a la historia sino para enseñarnos que aun siendo panaderos, sabían
leer y leían.