Los cenotes son abismos naturales en el idioma maya. Pozos de
agua dulce creados por la erosión de las tierras calizas y que sirven de receptáculos
para guardas el agua de la lluvia y la vida.
Pero además eran considerados punto de encuentro con los
dioses del otro mundo, con los mismos que entregan la vida o se la llevan.
Alberto X Obras nos presentó en Madrid este montaje de “cenotes”
que surgen desde las columnas del edificio hasta convertirse en ventanas hacia
el fondo de la tierra, de vivos clores y materiales sencillos como la
plastilina, que además de infantil, barato y de vivos colores es un material
que se trasforma muy fácilmente según se toque o cambien las temperaturas
ambientes. Como el agua de los auténticos cenotes de las cuevas escondidas
entre montañas y que guardan la vida del agua y la muerte de los cielos.