Los bichos pueden ser incluso naranjas, tienes esa facultad de adaptación al ambiente, para austar o para distraernos. Hace unos años lo pillé entre unas piedras. Nos quedamos mirando y ambos salimos de aquel encuentro, vivos.
Hoy lo he recuperado y al recordar su mirada verde me ha hacho gracia y lo he recordado. Podría ser un extraterrestre, pero yo creo que era más bien un habitante de los Pirineos.