El pintor Jacques-Louis David pintó este retrato de Napoleón
Bonaparte, que hasta ahora se consideraba una obra copiada del original
perdido.
La obra muestra a Napoleón con gran detalle en el año 1813,
cuando su Imperio se tambaleaba pues Gran Bretaña y Prusia ya había entrado en
Francia. Napoleón está vestido con el uniforme de la Guardia Nacional,
representando por ello que era el primer defensor de la gran nación francesa en
momentos de enormes apuros.
Esta obra que representa a Napoleón en las Tullerías para la
colección del aristócrata Alexander Douglas, décimo Duque de Hamilton, que
intentaba reflejar los enormes horarios de trabajo de Napoleón, reflejado en la
hora que marca el reloj, las 4 de la madrugada, hora habitual para Napoleón,
que casi no solía dormir por las noches. Las velas casi agotadas indicarían que
es un despacho en horario nocturno.
La obra permaneció en la colección de los duques de Hamilton
hasta que fue vendido a los Condes de Rosebery. Abandonó Gran Bretaña en 1954
al ser vendido a la fundación de Samuel Henry Kress. En 1961 es donado a la
Galería Nacional de Washington, donde permanece.