En la capilla de los Santos Lorenzo (diácono de Roma)
Prudencio y Santa Catalina en la girola de la Catedral de Tarazona, erigida por
la familia Pérez Calvillo entre 1370-1376 está es una de las joyas más
brillantes de la Catedral: el triple retablo bajo las tres advocaciones
titulares pintado por Juan de Leví entre 1401 y 1408, quién introduce en Aragón
la pintura del Gótico internacional.
Todo ello es un panteón preciosista para los sepulcros de
alabastro del obispo Pedro Pérez Calvillo y su hermano el cardenal Fernando
Pérez Calvillo, labrados por Pedro Corcán entre 1404 y 1405.
Os dejo dos secciones del martirio de San Lorenzo (en el retablo original no están en esta posición), el que al
final fue quemado vivo sobre unas parrillas. Se dice que fue también el que mandó
el Santo Grial desde Roma a la provincia de Huesca, a casa de sus padres para
que lo custodiaran, donde estuvo durante siglos hasta ser trasladado a Valencia.
Es el patrón también de los archivadores o guardadores de tesoros.