Unos simples objetos sin valor se pueden convertir en decorativas imágenes irreales, pueden dejar de ser útiles para convertirse en objetos sin capacidad para servir y por ello para cambiar su destino.
Si cada uno de nosotros nos convertimos en inútiles pasamos a ser útiles para otra asignatura, otro destino, otra forma de entender las pertenencias. Tal vez la mejor forma de ser útiles sea convertirnos en inútiles.