Las sorpresas artísticas pueden encontrarse en cualquier rincón,
en una cenefa, sobre una simple pared, mirando arriba o abajo. Estos (casi) esqueletos
representando la muerte, llevándose a personas fallecidas envueltas en sábanas,
como queriendo hablar con nosotros para amenazarnos, se encuentran en la
Catedral nueva de Vitoria. En la calle, mirando al parque. Sus musculosos
brazos y piernas, como cuero envejecido, dramatizan todavía más su poder.