La luz sale de su escondite interno en esta flor. No se conforma con llamar la atención con sus morados potentes, no quiere quedarse en unos magentas atrayentes, quiere también meternos en busca de la luz blanca, de la salida, del final del túnel . Dentro espera la vida, la multiplicación de la especie, la fecundación de la flor, la muerte también. Está abierta a la vida y a la muerte.