Cada uno tenemos que hacer nuestro trabajo sin mirar si lo hacemos dentro de una maravillosa empresa o de una birria de lugar. Nuestra obligación es laborar contentos y sacer el máximo beneficio a cada lugar.
Esta abeja trabaja sobre una flor de loto en un lago artificial del Ebro. Sabe que tiene suerte, pero no se fija mucho en ello.
Simplemente trabaja y saca sus néctares pues lo que le importa es su prole, su labor, su empresa.
Todo un ejemplo que hay que alabar y no molestar. ¡Chissss!