Y es entonces cuando los fotógrafos enmarcamos en el menor de los casos de manipulación, restando elementos, eligiendo y potenciando aquello que nos interesa mostrar.
Otros terminamos de manipular la imagen en casa, hoy con programas informáticos pero antes con filtros o con manipulaciones a la hora de positivar. Todo sirve para terminar de contar la historia como deseamos.
Una fotografía es una historia. Pequeña o grande pero como mínimo un mensaje, una ilusión, una obra elegida, un final. Es también luz y color, pero sobre todo encuadre.
Saber cortar y elegir, separar y evitar que salga, buscar el lugar y la posición de la cámara, la cantidad y calidad de luz, el mensaje final, es el fondo de muchas fotografías.