El fotógrafo gallego Pedro Armestre consiguió una imagen de Pamplona en San Fermín que muchos tenemos en la retina como un escenario conocido y perfecto, visto pero pocas veces retratado con este dramatismo y realidad.
Es sencillo ver este paisaje humano, es fácil fotografiarlo, pero es complejo elegir la luz (natural o de laboratorio informático, que da igual) el tipo de objetivo para que la profundidad de campo sea más dramática y el momento en que más personas tapas más espacio.
Esto es Pamplona durante siete días, esto fue San Fermín en el año 2013, entre otras miles de postales diferentes y posibles.