El reconocido artista zaragozano Georges Ward nos dejaba
este acrílico que titulaba “El encuentro de Morpheo” para disfrutar de una
mariposa azul siempre que lo deseemos. La naturaleza no se detiene, pero la
podemos detener, retener incluso, llevárnosla al recuerdo o al hogar en forma
de fotografía o de cuadro, y así convertirla en inmortal. Es una obra grande,
de 160x160 centímetros, llena de color y de dulzura, con unas flores de fondo
que envuelven el azul de la mariposa.
Posiblemente nunca lograremos ver estas flores y menos tan
de cerca y con una mariposa hermosa revoloteando sobre ellas. Pero el arte es
lo que tiene, nos puede engañar si lo quiere.