Las sombras negras de las dudas siempre son alargadas, como las de los cipreses.
Ocupan mucho más espacio que la realidad, tienen los bordes difusos y pueden afectar a más zonas de las que nos creíamos al principio.
Incluso las sombras negras se mueven según va transcurriendo el tiempo.
Las sombras de los delitos siempre tienden a NO estar documentadas, a esconderse entre la maleza, a quedar disimuladas, a crecer entre los días nublados para que nadie observe hasta donde llega su figura sombreada.
Las sombras se resuelven con más luz, con más arrestos. O con más días nublados.