Los mascarones de algunas fuentes públicas producen miedo. Parecen puesta para que no seamos capaces de beber agua de sus aledaños. Esta máscara de piedra está en un barrio de Barcelona y los vecinos de la zona ya la conocen como amiga pero para los visitantes produce un cierto recelo. Acercarse a su cuba bajo esta máscara, para saciar la sed es un ejercicio de osadía. ¿Y si se lanza contra el cogote y de un mordisco te lo secciona?