Se acaban los días, pero siempre de uno en uno, para dar continuidad a todos nosotros. También la naturaleza tiene que descansar cada día para volver a tomar aire, fuerza, ganas de pelear. Pero nos deja una señal, un trozo de luna para indicarnos que en algún lugar sigue habiendo día, luz, vida despierta. Las calles cambian totalmente con la noche, las personas también, pero en cambio se mantienen las ideas, las libertades, los sueños madurados y los otros, los proyectos que nos ayudan a despertarnos con más ganas de seguir. En la noche también hay luz.