Era 1952 y el artista fotógrafo Henri Cartier Bresson en la ciudad de Pamplona, disfrutando de los Sanfermines.
Este fotógrafo hay que analizarlo desde el punto
de vista de aquellos años, era un sociólogo con su cámara y reflejaba un punto
de vista amplio reflejando la curiosidad social retratando a personas en
acción, en momentos normales para ellos.
Jugaba siempre con los encuadres
elegidos y aunque hoy la fotografía ha evolucionado mucho en aquellos años hay
que entender que toda la técnica era completamente manual, de laboratorio, cara
y costosa además de lenta.
Esta imagen hoy se descartaría por la molestia del subalterno
que tapa y ocupa excesivo espacio. Pero en aquellos años era muy complicad recuadrar
en el laboratorio pues se perdía definición al ampliar.