Éric Joisel, artista parisino que falleció en 2010, trabajó
el papel como nadie para crear esculturas llenas de vida empleando el Origami
como una disciplina artística con grandes posibilidades.
Plegando el papel ha conseguido no solo formas perfectamente
reconocibles sino expresiones, historias, conjuntos altamente impresionistas e
impresionables.