Eso pensó el bicho de la imagen y tras tocarle con un dedo de forma suave se encerró sobre sí mismo.
Es una actitud a la defensiva, no osó picarme ni morderme, no pensó en lanzarse sobre mi y tras un salto meterse entre mi escote. Simplemente se enrolló y quiso pasar desapercibido, sabiendo que su cáscara es dura como la piedra.
Esperé unos minutos pero creo que él se dio cuenta que yo seguía allí. Se sentía duro por fuera.
Esperé unos minutos pero creo que él se dio cuenta que yo seguía allí. Se sentía duro por fuera.