Para compensar los pinchos de la borraja, ella misma nos ofrece una flor maravillosa, extraña, curiosa, que casi produce miedo.
Parece la flor de una planta carnívora, llena de defensas con pinchos de cardos borriqueros. Pero aunque son de la misma familia, no son borriqueros.
Sucede mucho, nos confundimos por las apariencias pero solo son eso, apariencias falsas.