27.4.13

Historias de una gran chimenea aragonesa

Aquella chimenea contenía humos de variadas comidas, de muchos inviernos muy fríos, de tertulias y peleas, de amores y desamores. Pero todos los humos se callaban sus historias. Eran humos anónimos excepto para ellos mismos.

Aquella chimenea era tan grande que recogía humos del horno de pan, del hogar de la cocina, del calor que acompañaba a la cadiera, de varias familias del pueblo que pasaban tiempos y charlas a su vera. Casi tres siglos soportando el calor, se quejaría de haberle preguntado.