Muy poco conocida, la Capilla del Sagrario de la Mezquita
Catedral de Córdoba pasa desaperciba al estar prohibida su entrada excepto si
es para orar los católicos. Pero merece la ocasión de entrar, pues de no ser así resulta
incompleta la visita a la maravillosa Mezquita de Córdoba.
Los mismos arcos que construyeron los árabes han sido en
esta ocasión profundamente pintados y decorados para restarles toda posibilidad
de confundir a quien entre, con decenas de pequeñas obras de arte murales. Los
cielos son precisamente eso, cielos llenos de ángeles que nos miran desde
arriba. Lo dicho, se puede entrar si al vigilante de la puerta de la capilla
tapada se le insiste en que se va a orar dentro. No es posible hacer fotografías
pero te puedes llevar con los ojos una maravilla.