Es una sencilla acuarela de un artista guatemalteco del que
desconozco todos sus datos. Es un simple cuadrito pequeño de los que se venden
por las calles para los turistas. Su potente color, el uso de los azules
potentes, el juego de las sombras y las pequeñas manchas de color fuerte y
contrastado me llamó la atención.
No es una obra cuidada, los suelos y la pared indican
claramente una pintura excesivamente rápida, pero representa otra manera de
entender la creación artística. Se puede vivir del Arte en países donde es complicado incluso sobrevivir.