Me gusta encontrarme en los cielos con sorpresas y por ello siempre que puedo miro hacia arriba. Algún día tropezaré de bruces contra la realidad. Esta torre de ático modernista la pillé en Barcelona, buscando aleros y balcones, ventanas y palomas. Lo hermoso debe ser apoyarse en la misma, tomando una cervecita mientras contemplas Barcelona anocheciendo, antes de salir a una completa cena.
Barcelona tiene patios, fachadas y paredes. Hay que mirar siempre que se viaja hacia los cielos para buscar más miradas perdidas. No hay que dejar sin ver, lo hermoso.