El Arte entra por las sensaciones. Algunas veces una pequeña obra de un autor desconocido puede gustarnos por la composición o por los colores, por lo que muestra o por que te entra en un momento determinado. No siempre es posible razonar los gustos artísticos. Afectan también las situaciones, los lugares, la iluminación. Dejo un cuadro anónimo, de estos sencillos de tiendas de marcos, pero que simplemente me ha gustado.
Esta pequeña obra es un cúmulo de brochazos que parecen aleatorios, dados con rapidez y desconcierto, pero el resultado nos dice que están muy medidos, brutalmente colocados en su posición correcta. Es sencillo pero contundente en su resultado.