Me gustan las pelea entre fuerzas de iguales, entre nubes negras que aparecen desde abajo contra nubes blancas y suaves que van avanzando desde arriba. Las unas amenazan con sus tonos oscuros con devorar a las débiles a poco que sean capaz de subir un poco de altura, pero las negras no son nunca capaces de izar el vuelo, tienden siempre a caer hacia el suelo más frío. Las blancas, aprovechando los últimos gritos solares van creciendo e intentar envolver las masas negras, pero si se acercan a ellas son devoradas y convertidas también en grises oscuros.Al final, es la noche quien se apodera de ambos formaciones y las hace desaparecer a nuestras visiones. Nunca gana ninguna de las dos, siempre lo hace el cielo que cambia del azul intenso al apagado negro marengo.
23.2.13
Las nubes negras que no sueltan lágrimas, solo asustan
Me gustan las pelea entre fuerzas de iguales, entre nubes negras que aparecen desde abajo contra nubes blancas y suaves que van avanzando desde arriba. Las unas amenazan con sus tonos oscuros con devorar a las débiles a poco que sean capaz de subir un poco de altura, pero las negras no son nunca capaces de izar el vuelo, tienden siempre a caer hacia el suelo más frío. Las blancas, aprovechando los últimos gritos solares van creciendo e intentar envolver las masas negras, pero si se acercan a ellas son devoradas y convertidas también en grises oscuros.Al final, es la noche quien se apodera de ambos formaciones y las hace desaparecer a nuestras visiones. Nunca gana ninguna de las dos, siempre lo hace el cielo que cambia del azul intenso al apagado negro marengo.