Para darnos cuenta de por donde está evolucionando el
mercado de arte moderno, basta releer la lista de los 500 artistas más
cotizados, y encontrarnos que 199 son chinos, 86 americanos, 31 británicos, 27
alemanes, 14 japoneses, 9 franceses y 7 coreanos.
Aunque los asiáticos se infiltran sigilosamente en este
terreno, el artista que se lleva la palma de oro y de plata es el desaparecido
Jean-Michel Basquiat, de quien se ha vendido el cuadro Sin título 1981 por 14.3
millones de euros y otro de igual título por 11.1 millones de euros. El artista
chino más caro es Zheng Fanzhi. Ni Ai Weiwei ni Damien Hirst ocupan los
primeros puestos de cotizados de sus respectivos países a pesar de ser de los
más conocidos.
El traslado del epicentro del mercado internacional de
Europa (en Londres y París) y EE. UU. (en Nueva York), hacia Asia ha llevado a
las principales casas de subastas a abrir en aquel continente delegaciones galeristas
y marchantes de primera línea que han puesto a Pekín y Hong Kong en primera
línea artística.