La modernidad urbana nos lleva a pensar que vivimos por unos instantes en el futuro. Las nubes seguirán siendo iguales, los cielos azules y el aire fresco en primavera pero es posible que nuestro mobiliarios urbanos, los aditamentos que nos vayamos encontrando no sean ya iguales, que sus formas nos hagan olvidar los pasados mientras los colores sean más potentes y se juega más con los blancos, los primarios, la sencillez llevada al nuevo gusto.
Soñar con lo que ya no lograremos ver es otra manera de viajar, pero esta vez en el tiempo.