José Luis Cano ha representado una joven que mira al espectador mientras se protege los ojos con la mano con un doble objetivo: "Un homenaje al cine mudo, ahora tan en boga, con una pose de Buster Keaton, y un retrato también de la situación social que vivimos, especialmente los jóvenes, que se dulcifica por el uso desparramado del color".
El colaborador de la prensa aragonesa recibió el encargo del cartel "como un honor" por el prestigio del Festival de Huesca y de los cartelistas que lee han precedido; y también con mucha alegría porque el cartel es un soporte en el que lee encanta trabajar, según confesó.