Es España. Un patio árabe en Málaga, un oasis en plena ciudad para soñar con los siglos. La luz inunda las paredes blancas, que contagian su brillo a los pequeños naranjos. Es un patio de recogimiento, de salir para hablar, de ver el cielo y volar. Es el interior de una casa árabe, encerrada para que nada se pueda ver desde fuera. Todo lo tienen dentro, incluidos los sueños.