Por fin ya sabemos que el papa Benedicto XVI ha visto teta de mujer joven. No hay duda aunque la vista no le haya acompañado, pero al menos ha visto las tetas tal vez un poco pequeñas, de cuatro mujeres cabreadas que a la hora del Ángelus se le han desnudado de pechos para mostrarle las amamantorias ubres femeninas de mujeres jóvenes.
Algunas mujeres que asistían al momento con la intención de rezar, no han dudado ni un momento. Eras diablesas que las había mandado Lucifer a pasar frío en una mañana dominical de enero. Sin duda el calor lo llevaban dentro la diablesas, pues dura mucho el fuego eterno del infierno.
Benedicto XVI ha dicho en voz baja: —Una pena la distancia.