Vamos creciendo según vivimos, vamos recogiendo trozos de vida y las vamos sumando a nuestro entender, dentro de nuestro yo casi vacío, programándonos poco a poco hasta completar nuestra vida de trozos que recogemos por los caminos.
Si quisiéramos imitar la vida, seríamos unos Diógenes de Sinope que aprenderíamos a vivir con lo puesto sin desear lo que se nos acerca, simplemente para no poseer teniendo muy poco y sin matizar ni separar. Todo suma y como pesa lo que suma, cuento menos es mejor.
Pero no queremos imitar a la vida. Queremos simplemente vivirla y disfrutar de ella. Por eso seleccionamos, vamos creciendo poco a poco y por trozos según nos apetece recoger circunstancias y sumarlas a las poseídas.