Esta pequeña
obra, oleo sobre lienzo de un formato 30 por 40, refleja en el año 1983 lo que
sería la ruptura de la paz, convirtiéndose en una paloma negra, en una sobra
chinesca, lo que en principio era un símbolo de la paz, la famosa paloma de Picasso con una
ramita de olivo en su pico, rota y troceada.
La paloma
blanca mira hacia un lado mientras que lo sombra chinesca, la paloma negra de la
violencia mira y escapa hacia el otro.
La blanca parece estar quieta, mostrando
la calma, mientras que la negra intenta escapar, volando hacia la conquista de
la violencia.
Han pasado 40 años pero estamos en la misma situación. Somos humanos, animales humanos.