El grupo
artístico El Paso tenía una mujer muy importante en su interior que ha pasado
algo desapercibida, excepto por ser la esposa y compañera vital de Pablo
Serrano. Juana Francés no ha sido valorada como se merece, por una obra muy
evolucionada, con claras fases diferenciadas según ella misma iba cambiando y
creando diferentes modos de expresión artística, distintos modos de expresión,
de comunicar, de crear.
Ahora en el
IAACC Pablo Serrano de Zaragoza se muestra algo de su obra, en una gran sala de
un inmenso museo tal vez mal utilizado, sobre todo si nos atenemos al número de
visitas que recibe para su gran coste y su inmensa obra. Si añadimos que en
Zaragoza no existe un Museo de Arte Contemporáneo con programación fija, es un
dislate pensar en las obras salpicadas de grandes artistas que dan calidad pero
a golpes de gestión.