5.10.12

Retrato en miniatura de Agustina de Aragón

En el 'Salón Dorado' del Museo Ibercaja Camón Aznar de Zaragoza ya se puede ver el retrato en miniatura de la heroína de los Sitios de Zaragoza, Agustina de Aragón, para el que posó en el año 1809 en Gibraltar.

Pese a su tamaño, es una pieza de gran valor histórico y sentimental, que permite conocer el verdadero rostro del personaje. El cuadro es una acuarela de reducidas dimensiones, que mide 8 por 6,6 centímetros, y 15,6 por 13,8 centímetros si se añade su enmarcación. El retrato para el que posó la propia Agustina, vestida con el uniforme de subteniente de Artillería que lucía en 1809 después del famoso episodio del cañonazo, lleva escrito en tinta en su reverso, la inscripción “Augustina Saragoza, the heroin of Zaragoza. Painted at Gibraltar from life for Col. Landmann in 1809” (Agustina Zaragoza, la heroína de Zaragoza. Pintada en Gibraltar del natural para el coronel Landmann en 1809).

La obra fue adquirida por Ibercaja el pasado mes de febrero de 2012 a la galería Boris Wilnitsky de Viena. Se sabe que el retrato corresponde a Agustina de Aragón porque su indumentaria refleja los singulares atributos del uniforme de subteniente de Artillería. Esto es, viste un dolmán sobre camisa de munición y con corbatín. Es un uniforme que vestiría cualquier hombre de su arma y graduación. También lleva un sombrero de castor femenino. Pero la clave está en que su uniforme solo tiene charretera en el hombro izquierdo, como corresponde a la vestimenta de los subtenientes de la época. Cualquier falsificador hubiera puesto dos. Además, Agustina lleva en el traje, a la altura del pecho y debajo de los cordones, un trozo de tela rojo, la Cinta del 31 de diciembre. A falta de medallas por la penuria del momento, es el formato que se dio a una condecoración impuesta por el general Palafox, con el fin de elevar la moral de la tropa, a los que participaron en 1808 en una salida de la ciudad para hostigar a las fuerzas francesa.

El cuadro se ha instalado en la sala principal del Museo junto a obras de Goya. El criterio ha sido situarla en un espacio en el que las obras comparten un momento histórico. Además, está muy próxima a la sala en la que puede contemplarse la colección completa de grabados de Goya.