Francisco de Goya y con él todos los grabadores, ejercieron
un trabajo muy delicado a la hora de plasmar con diversos sistemas un proceso
artístico complejo, que hoy vemos casi como un proceso menor sin saber el gran
trabajo que está detrás de todo estos procesos, con las técnicas que había en
aquellos años. Era el inicio del grabado que iba evolucionando hasta llegar al
fotograbado y el empleo de sistemas fotográficos que simplificaban todo el
proceso de sensibilizar planchas y de grabar con mejores técnicas.
Los detalles
de algunos grabados de aquellos años, no solo de Goya —o incluso excepto en los
de Goya, que era un proceso más rápido y con menos detalles finos que producido
por otros grabadores anteriores—, son de destacar por su delicadeza. Ver
algunos grabados de Durero para poder comparar los detalles logrados con rayas
y puntos.
Os dejo el detalle
de una lámina de Goya de los Proverbios, en concreto del número 4. Parece un jotero con sus castañuelas, si no fuera por los rostros que aparecen a su espalda.