Wassily Vasílievich Kandinsky nació en Moscú en 1866 aunque gran parte de su obra la realiza en Alemania en donde introduce la pintura de vanguardia de Francia, para modernizar la concepción del arte europeo.
Ya maduro, en la cuarentena, Kandinsky influye claramente en el arte abstracto tanto en pintura como en explicaciones teóricas de lo que para él representa esta nueva línea artística, explicando sus ideas y concepciones de lo que plasma en sus obras.
Se dedica también a la educación artística en centros rusos y alemanes, publicando algunos tratados de arte en donde mezcla lo espiritual, la filosofía, su pensamiento, su concepción del arte y las formas.
Mezcla en sus obras las formas geométricas claras y a veces contundentes, pero señalando sentidos en ellas, con colores que también valora según lo que pretende conseguir en el espectador de sus trabajos.
El círculo es la perfección, el amarillo es la tierra y la firmeza, un círculo rojo no señala lo mismo que si este es azul o verde. Se trataría de intuir qué nos quiere trasmitir Kandinsky en sus obras.
Es muy normal observar en sus obras una carta de colores y formas, en donde podemos revisar todos los colores que conforman su obra, como una pequeña partitura musical en donde nos muestras los compases.
Sus obras son en realidad pequeñas sinfonías de colores y formas, obras musicales silenciosas.