A veces una imagen nos lleva a imaginar mentiras simpáticas o crueles.
Depende de la imaginación del autor, de lo que se intente mostrar con más o menos “arte” dirigido.
Lo curioso de la imagen es que parece no producir dolor ni tan siquiera un ligero reguero de sangre.
Es como una simple paquete de salchichas ahumadas, ligeramente crudas.