A Pieter Brueghel el Viejo se le considera como el primer artista occidental en pintar paisajes por sí mismos, en lugar de como telón de fondo de alegorías religiosas. Sus paisajes del invierno de 1565 corroboran la dureza de los inviernos durante la helada en ese año. Se le suele comparar con El Bosco por su espectacular fantasía a la hora de pintar. Pintó también (y se conserva en Rotterdam) un cuadro titulado "La Pequeña construcción de la torre de Babel”
Según el libro del Génesis de la Biblia, los hombres pretendían alcanzar el cielo, y para ello se pusieron a construir una torre muy alta que fuera capaz de llegar hasta el cielo. Para evitar Dios el éxito de tal empresa que se oponía a su deseo de que la humanidad simplemente se extendiera por toda la superficie de la Tierra, hizo que los constructores comenzasen a hablar diferentes lenguas, y aquí nacieron los diferentes idiomas, tras lo cual reinó la confusión y se dispersaron. En realidad el cuadro parece plantear más un problema de ingeniería que de idiomas diferentes, para comunicar el fracaso en la construcción. Si nos fijamos bien en el cuadro vemos dos aspectos imposibles para una construcción de este tipo. Por una parte ya hay pisos superiores construidos mientras algunos pisos inferiores están en obras, lo que deja fragilidad a la obra. Y por otra parte hay arcos que no son perpendiculares al suelo, lo que les resta estabilidad e incluso algunos aparecen ya destrozados.
Dejo a continuación el texto bíblico del Génesis, para comprender mejor el contexto del cuadro. El tema de la destrucción de la Torre de Babel no se basa en el Génesis, donde sólo se insinúa, sino en el Apocalypsis
Toda la Tierra tenía una misma lengua y usaba las mismas palabras. Los hombres en su emigración hacia oriente hallaron una llanura en la región de Senaar se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: «¡Ea!, hagamos ladrillos y cozámoslos al fuego». Se sirvieron de los ladrillos en lugar de piedras y de betún en lugar de argamasa. Luego dijeron: «¡Ea!, edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Hagámonos así famosos y no estemos más dispersos sobre la faz de la Tierra»
Mas Yaveh descendió para ver la ciudad y la torre que los hombres estaban levantando y dijo: «He aquí que todos forman un solo pueblo y todos hablan una misma lengua, siendo este el principio de sus empresas. Nada les impedirá que lleven a cabo todo lo que se propongan. Pues bien, descendamos y allí mismo confundamos su lenguaje de modo que no se entiendan los unos con los otros». Así, Yahveh los dispersó de allí sobre toda la faz de la Tierra y cesaron en la construcción de la ciudad. Por ello se la llamó Babel, porque allí confundió Yahveh la lengua de todos los habitantes de la Tierra y los dispersó por toda la superficie. (Génesis XI, 1-9)