Vuelve OT, 2011 en este caso, con más fuerza y sobre todo con algunos cambios en jurado, directora y calidad en las selección de los concursantes que nos indican buenas vibraciones y grandes posibilidades de poder encontrar a algunos artistas nuevos y sobre todo diferentes.
Operación Triunfo vuelve a renacer en Telecinco lo que es el gran problemas por su tendencia de la cadena a convertir en rosa y dulzón todo lo que toca. Dulzón o asquerosamente violento. Si respetan el formato original, si se respeta la idea fundamental ya empleadas en algunas ediciones primeras y en otros países de ser una academia de esfuerzo y valía artística, sin que otros programas de la cadena Telecinco manchen el funcionamiento de los concursantes sacando historias familiares, mezclando sexo con miradas, criticando imágenes de las personas en vez de valorar sus calidades artísticas, se conseguirá un OT que merezca la pena tanto verlo como el trabajo de su puesta en marcha. Si al final es más un reality show que un programa formativo y de contemplación de facetas musicales, habremos vuelto a jorobar los trabajos bien hechos. Ellos sabrán qué son capaces de hacer con algo que parece bueno.