Hoy se inaugura en el palacio de Sástago la exposición “Ángel Maturén, 1949-2005. Pintura como materia de vida” es un interesante repaso a la trayectoria artística de un creador inclasificable. La muestra, que ocupa todos los espacios expositivos del palacio, incluye más de un centenar de piezas, algunas de gran formato, de todo tipo de técnicas, desde el óleo al temple, pasando por el collage, la serigrafía, la escultura... "Son obras que van a hablar por sí mismas, y con voz alta y clara -señala el comisario de la exposición, Pedro Pablo Azpeitia-. La suya es una obra que nos ayuda a explorar el mundo".
"Mi forma de pintar es anárquica. Para empezar a trabajar cojo el bote de color que tengo más a mano, no me planteo qué va a salir. Pinto bajo un estado de ánimo, y por eso hay cuadros que por la mañana son claros y por la tarde se han vuelto oscuros. Cada obra me va pidiendo cosas y yo se las voy dando hasta que creo controlarla. Y esto me lleva a uno de los debates clásicos