11.7.10

La ceremonia de clausura de Sudáfrica 2010, un alarde de sencillez

No es necesario disponer de grandes presupuestos para crear una ceremonia de grandes eventos: maravillosa, original, emotiva, llena de arte.
Con una simple pantalla gigante sobre el césped y un gran engranaje de personas interactuando sobre una película creada para tal momento han logrado en Sudáfrica una ceremonia maravillosa. Música africana, raza y ritmo, coros y emotividad, sonidos e imágenes que se movían junto a luces perfectamente sincronizadas en una ceremonia que ha huido de las grandes inversiones para demostrarnos a todos que la originalidad es la gran necesidad para lograr productos artísticos diferentes. Todo un ejemplo.