Se presentaron las nuevas imágenes oficiales del Príncipe de Asturias y la crítica se ha desatado, en este caso por un presunto uso de Photoshop para modificar las imágenes, poniendo el mismo rostro en las tres imágenes con traje militar.
Puedo asegurar, como ya ha hecho por cierto el propio fotógrafo (D. Virgili), que las tres imágenes, por muy parecidas que parezcan, son reales, sin manipular con un copiar y pegar el rostro del Príncipe.
El ejercicio de comprobación es muy sencillo.
Silueten en Photoshop el rostro de cualquiera de las tres imágenes, copien y peguen en las otras dos imágenes en una nueva capa. Ajusten en posición los ojos y amplien la imagen hasta que les llene la pantalla.
Tanto si ponen la nueva capa con una opacidad de un 50% como si van poniendo y quitando la visibilidad de la nueva capa, verá que no es exactamente la misma imagen. Y que incluso no se trata de cambio de rotación o de tamaño, sino de nueva imagen, con ligeros cambios pero claros, que aseguran que son tres imágenes reales y diferentes.
Sin duda el trabajo del fotógrafo es excelente pero además el de la persona que posa es también de premio, pues mantiene la misma mirada, idéntico gesto.