En el edificio del Centro de Historias de Zaragoza hay una planta que es el Museo del Origami, y que está pasando serias dificultades económicas. (Año 2018). Y de las que hablaremos en breve.
Origami. El Arte del papel plegado. No cortado, no pegado, sólo doblado.
La técnica de plegar una hoja de papel para obtener una figura se conoce en el mundo hispánico con el término ‘Papiroflexia’, acuñado por el papiroflexista vallisoletano Vicente Solórzano. En el mundo anglosajón se habla de ‘paperfolding’ y en el francófono de ‘papier plié’’. Sin embargo, el término más extendido internacionalmente es el japonés ‘Origami’.
En español ha habido otras propuestas; alguna tan original como “cocotología”, propuesta por Miguel de Unamuno. Otras, un tanto complicadas, como “plicapapirología”, Si bien en España utilizamos cotidianamente el genérico “hacer pajaritas”. Pero la papiroflexia actualmente es algo más que “hacer pajaritas”. Sí, ciertamente, puede practicarse como un entretenimiento o pasatiempo. Manipular un papel es una buena manera de mantener coordinados el cerebro, la mirada y la destreza manual. Bien decía el maestro Yoshizawa: “cuando usamos nuestras manos para doblar no estamos pensando en la destrucción.”
También supone, en muchas ocasiones, un soberbio desafío a la mente, cuando uno se propone resolver un problema con una solución limitada a las exigentes reglas de la papiroflexia ortodoxa.
Y, en ocasiones, algunos plegadores asumen una exigencia más: conseguir auténticas obras de arte. Los modelos plegados son seguramente más efímeros que las pinturas, las esculturas, las películas de cine y los edificios. Pero su “performance”, el artefacto artístico, dura algo más que la de la música o la danza.
El origami está en un punto intermedio: se ejecuta con partitura pero la obra dura en el tiempo...
Con el tiempo, van apareciendo auténticos “intérpretes” de la papiroflexia artística. Puede parecer que, siguiendo el desarrollo, cualquier persona puede plegar cualquier figura y siempre de la misma manera. Pero eso no es cierto. Se puede llegar a sentir la impronta de cada plegador en la obra plegada.
El experto conoce al instante si un cisne ha sido plegado por Akira Yoshizawa o por Robert Lang. Como en cualquier otro arte, el estilo expresa el espíritu del creador.
Origami. El Arte del papel plegado. No cortado, no pegado, sólo doblado.
La técnica de plegar una hoja de papel para obtener una figura se conoce en el mundo hispánico con el término ‘Papiroflexia’, acuñado por el papiroflexista vallisoletano Vicente Solórzano. En el mundo anglosajón se habla de ‘paperfolding’ y en el francófono de ‘papier plié’’. Sin embargo, el término más extendido internacionalmente es el japonés ‘Origami’.
En español ha habido otras propuestas; alguna tan original como “cocotología”, propuesta por Miguel de Unamuno. Otras, un tanto complicadas, como “plicapapirología”, Si bien en España utilizamos cotidianamente el genérico “hacer pajaritas”. Pero la papiroflexia actualmente es algo más que “hacer pajaritas”. Sí, ciertamente, puede practicarse como un entretenimiento o pasatiempo. Manipular un papel es una buena manera de mantener coordinados el cerebro, la mirada y la destreza manual. Bien decía el maestro Yoshizawa: “cuando usamos nuestras manos para doblar no estamos pensando en la destrucción.”
También supone, en muchas ocasiones, un soberbio desafío a la mente, cuando uno se propone resolver un problema con una solución limitada a las exigentes reglas de la papiroflexia ortodoxa.
Y, en ocasiones, algunos plegadores asumen una exigencia más: conseguir auténticas obras de arte. Los modelos plegados son seguramente más efímeros que las pinturas, las esculturas, las películas de cine y los edificios. Pero su “performance”, el artefacto artístico, dura algo más que la de la música o la danza.
El origami está en un punto intermedio: se ejecuta con partitura pero la obra dura en el tiempo...
Con el tiempo, van apareciendo auténticos “intérpretes” de la papiroflexia artística. Puede parecer que, siguiendo el desarrollo, cualquier persona puede plegar cualquier figura y siempre de la misma manera. Pero eso no es cierto. Se puede llegar a sentir la impronta de cada plegador en la obra plegada.
El experto conoce al instante si un cisne ha sido plegado por Akira Yoshizawa o por Robert Lang. Como en cualquier otro arte, el estilo expresa el espíritu del creador.