No conocemos con exactitud la imagen real de grandes figuras de la historia, tampoco podremos tener nunca imágenes de acontecimientos que marcaron nuestra civilización.
Por ello, el poder disponer de pistas reales sobre la imagen de genios históricos es una maravilla arqueológica.
Un nuevo autorretrato del genio del Renacimiento, Miguel Ángel Buonarotti, se descubrió en el año 2009 en la restaurada Capilla Paulina en el Vaticano, lo que ha despertado el interés de críticos y estudiosos del maestro renacentista.
Según el jefe en aquel momento de los restauradores de los Museos Vaticanos, Maurizio De Luca, en uno de los dos frescos de la capilla, el de "La Crucifixión de San Pedro", aparece un "autoritario" Miguel Ángel con turbante azul como uno de los tres caballeros romanos que acompañan la crucifixión, a la izquierda de la escena.
Por ello, el poder disponer de pistas reales sobre la imagen de genios históricos es una maravilla arqueológica.
Un nuevo autorretrato del genio del Renacimiento, Miguel Ángel Buonarotti, se descubrió en el año 2009 en la restaurada Capilla Paulina en el Vaticano, lo que ha despertado el interés de críticos y estudiosos del maestro renacentista.
Según el jefe en aquel momento de los restauradores de los Museos Vaticanos, Maurizio De Luca, en uno de los dos frescos de la capilla, el de "La Crucifixión de San Pedro", aparece un "autoritario" Miguel Ángel con turbante azul como uno de los tres caballeros romanos que acompañan la crucifixión, a la izquierda de la escena.
En cuanto al turbante azul cielo con el que aparece tocado Miguel Ángel, se dice que "acostumbraba a protegerse del polvo con un turbante blanco cuando trabajaba", y el hecho de que se muestre a lomos de un caballo es normal porque "al artista Miguel Ángel le gustaba mucho cabalgar a lomos de sus caballos".